Primavera Sound 2013. Día 2

Viernes 24 de mayo. Barcelona. Parc del Fòrum. Día 2.

Temprano desfilo hacia el Auditori del Forum para ver a Mulatu Astatku, el músico etíope se abrió al mundo de los modernillos indis gracias a Jim Jarmusch y la inclusión del tema «Yèkèrmo sèw» en la película «Broken Flowers». Mulatu dirige el cotarro al vibráfono y percusiones varias, rodeado de bongos, batería, bajo, piano y metales. La hora, cinco de la tarde, y el lugar, Auditori del Primavera, perfectos para esta música con un ritmo sosegado pero que te lleva en volandas a África, Jamaica…Un jazz con influencias étnicas de todo el mundo, con su momento clásico para cada miembro de la banda (esto es un poco de pajilleros y lo que menos me gusta del jazz) y para la improvisación. Bonito recuerdo.

Mulatu

Una improvisación que alargó el concierto y de nuevo me hizo perderme el inicio de Kurt Vile & the violators en la otra punta del Fòrum. El quinto larga duración de Kurt «Wakin in a pretty daze» (Matador 2013) me gusta mucho, su camello le ha pasado una buena hierba que  le ha inspirado, dando paseos a un ritmo alegre y en una nube de algodón de azúcar por cualquier ciudad estadounidense. El señor Vile no falla en directo secundado por los Violators o sólo, como demostró hace años en el Primavera Club 2009 con un fenomenal concierto en la sala Sidecar. En el escenario más grande y expuesto al fortísimo viento contra su infinita melena transmitió esa sensación de cuelgue feliz que se escucha en el álbum, la alegría era contagiosa con los gritos de «Shame chamber» y el final a mayor ritmo con su conocida «Freak train». Escuchad el disco, os gustará.

El siguiente era el típico slot vacío en el que no hay nada apetecible, Peace y Merchandise son hypes incomprensibles, así que me fui a Dope Body que no conocía de nada, pero que mostraron ganas, actitud atrevida y música ruidosa, el escenario Vice debajo de la placa fotovoltaica gigante era el mejor sitio para presenciarlo.

Siguiente concierto Django django en el Heineken, los escoceses vestidos a juego con camisas blancas y trazos negros asimétricos, diferentes para cada músico, aumentaba la sensación de grupo arty, con una música bailable entre el rock de Franz Ferdinand y la poliritmia de Hot Chip. A mí me gustaron mucho, a veces el sonido fue bajo por el terrible viento que azotó aquel día la zona Mordor, y las guitarras perdían claridad pero las melodías pegadizas y las percusiones innovadoras me hicieron bailar.

Con prisas, trote cochinero mediante, y arrastrado por una corriente de guiris y modernillos vuelvo a la yimkana musical,  intento llegar a tiempo al escenario Primavera para ver a las Breeders. Tocan entero y en orden «Last splash» (4AD. 1993) justo a tiempo para la segunda «Cannonball», la canción que las hizo famosillas, Mrs John Murphy con acústica, debería haber usado una eléctrica y doble micrófono para un estribillo sin mantener el tempo, vaya cagada!! luego lo salvaron con «No aloha» y «Divine hammer».

Otros hermanos que vienen del pasado pero con un repertorio insuperable, los hermanos Reid, The Jesus and Mary Chain. Jim el vocalista y frontman sin actitud, y William el señor más elegante que ha pisado un escenario y el pelo más bonito de la década de los 80… empezaron bien alto con «Snakedriver» para que la distorsión me dejara los tímpanos bien lubricados, hicieron que cantara hasta desgañitarme en «Blues from a gun», «Cracking up» sonó perfecta, un paraguas apareció entre el público para «Happy when it rains»,  Bilinda Butcher cantó en » Just like honey», y cerraron con «Never understand» . Pedazo bolaco se marcaron. William Reid es dios y su Gibson ES330 lanza rayos de feedback.

You don´t know Jesus

Hasta que empezaran Swans, tuve tiempo para cenar y escuchar de fondo el subebaja  herrumbroso y metalero de Neurosis pero no estuve lo suficiente para escribir sobre este concierto. El tránsito hacia Swans en el escenario Ray Ban fue a contracorriente, una marabunta de remilgados se dirigía a ver a Blur,  pero como salmón que se dirige a morir remonté en dirección Besòs, la 1:20 de la noche el cuerpo cansado y los años no pasan en balde, Michael Gira empezó su concierto como en el Primavera Club del año pasado,  pausado, invocando mantras terrenales, «To be kind» y de repente el ruido, la catarsis, la potencia y el control. Con eso me llegó y una retirada a tiempo es una victoria, vuelta a casa en metro y descanso para la tercera maratoniana jornada.

Día 1. Día 3.